martes, 23 de junio de 2015

Un Mal Necesario

No debe haber nada más previsible en la televisión que la entrevista en vivo a un jugador a la salida (a la entrada también) de un partido. Y me sorprende que nunca se le haya dado una mayor importancia humorística en la misma televisión a este hecho que sucede, año tras año, semana a semana, partido a partido. Quiero decir, se podrían hacer decenas de sketchs satirizándolos (masacrándolos), y de alguna manera, obligarlos a cambiar esa ¿imagen?. Y los periodistas?, si hay alguien que sabe exactamente lo que le va a responder su entrevistado futbolístico, es su entrevistador, no se aburren?, yo creo que sí. Me los imagino hablando en un asado de esto, te debés cagar de risa. Sucede que también tienen algo de culpa, porque no les queda otra que preguntar siempre lo mismo, y por más que la dibujen con juegos de palabras....es una tarea inútil, el jugador tiene el discurso hecho desde hace años, de escucharlo hace años...en la televisión misma. Es decir, la entrevista a un jugador de fútbol es algo inútil, sin sentido, en tal caso. 

Pero ahí tenés a un sinnúmero de televidentes que están en este mismo momento que vos leés y yo escribo, escuchando atentamente al 4 de Racing diciendo que no se jugó bien, pero pusimos lo que hay que poner. Que es lo mismo que dijo el 9 de Almirante Brown para un canal de cable de la zona el domingo pasado cuando empataron 2 a 2 . Y lo que están en el canal?, en el piso....? —estamos con el móvil en vivo para reoger algunos testimonios de los jugadores. Qué chamuyo, la tele apesta, y sobre todo cuando se trata de programas de fútbol donde se rellena con este tipo de entrevistas. Pero ojo!, nobleza obliga, hay que decirlo: una gente de un canal de cable (TyCSports) tenía un programa que se llamaba Sin Cassette, donde los invitaban a conversar de fútbol pero sin esa atadura del discurso, sin ese almidón barato, ese protocolo berreta de las declaraciones post o pre-partido (indignación en proceso). Hasta los hacían decir lo que nunca dirían inmediatamente después de un partido con el micrófono abierto, si no dijeran siempre lo mismo.

Sin embargo, hay excepciones a la regla. Jugadores con más cancha fuera de la cancha que adentro a veces (ojo!), esos que les gusta la camarita y la exposición. Esos son los más buscados, obviamente. Nota de color. Se le puede preguntar cualquier cosa (o la misma cosa de siempre) que los tipos te la van a remar; está en juego su efímera reputación frente a las cámaras. También están un poco condenados a remarla siempre. O capaz algunos, lo hacen de buena onda. Se ven tanto entrevistados y entrevistadores, que la relación es inevitable. Brota la confianza, las notas toman más color, aunque siempre se les escapa un —tienen un gran equipo, son grandes jugadores. Pero si los ves bien están diciendo —quelosremilparió, no le pudimos ganar a estos cagones de mierda que se colgaron del arco.



Mirá si no estará trillada la nota a los jugadores, que ahora las estrellas, son los entrevistadores. En fin, me colgué.

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